Escultura en madera maciza con acabado pulido. La pieza se desarrolla dentro de un bloque rectangular que transmite estabilidad y contención. Tallada con precisión, revela una silueta humana esquemática en su interior, con brazos alzados o emergiendo del material. La madera presenta tono rojizo y vetas profundas, aportando calidez y carácter a la obra. El contraste entre superficies pulidas y cortes rectos y angulados genera un equilibrio entre formas orgánicas y geométricas